11/29/2006

Vivir con Pánico

El día de mi cumpleaños escuché por primera vez una voz que llamó mi atención. Ya escribí de esto en ese momento.
Pero a modo de recuerdo, seguí la pista de esa voz y llegué a un disco que escuché una y mil veces.
Escribí también una vez que, aunque no lo compartía (y sigo sin hacerlo), entendía por qué la música era censurada.

Hoy se cumple un año desde que ese disco empezó a recorrer la vida de muchos. Hoy, mientras escribo, lo sigo escuchando. Y lo escuché tanto que llegó a transformar mi vida. El pánico se apoderó de mí. Durante meses ha sido mi mejor compañero. Aprendí a conocerlo, a quererlo, mirándolo en silencio. Por primera vez lo dejé quedarse conmigo, sin huirle.

Y aprendí que el coraje no tiene que ver con espantarlo o arrancarle, sino con reconocerlo. Pánico no vino solo. Trajo a grandes amigos, de esos que saben que la huida no tiene sentido y que permanecen ahí, junto a ti, en los momentos más difíciles.

Dicen que en la debilidad se conoce la grandeza. Me atrevo a decir que en Pánico también. La grandeza de poder tomar la vida en tus manos, de aprender a querer cada una de tus más profundas debilidades, de seguir, de cambiar, del vértigo, de llorar, de reir, de vivir.

Por el Pánico de este año y por todos los pánicos que se vendrán, salud!




"No puedes ser sincero si no eres valiente
No puedes ser amoroso si no eres valiente
No puedes confiar si no eres valiente
No puedes investigar la realidad si no eres valiente
Por lo tanto, la valentía va primero y todo lo demás va después."
Osho

11/22/2006

Adolescente: en crecimiento

En 4to básico fui a una fiesta de fin de año de esas que te organizan las esmeradas profesoras básicas. La mía fue en la casa de Carolina Brown, la profe de turno. Todo fue perfecto, comida, piscina, juegos. Pero comenzó a ponerse el sol y el joven hermano de la maestra tuvo la brillante idea de ponerse una máscara para hacarle una broma a los chiquilines. Me asusté, demasiado. Pasé muchos muchos MUCHOS meses sin salir al patio a oscuras o sin estar sola en mi pieza.

La infancia, aquella época de los primeros miedos. Ahora soy adulta. Los miedos deberían haber pasado. Pero no. El vértigo parece ahora ser también 'más serio', como supuestamente debiese ser la 'edad adulta'.

Siempre creí que la palabra adolescencia venía de 'adolescer', o sea, algo que te falta. Y la verdad, no me extrañaba, si en la adolescencia lo que más te dicen es que te falta madurez, te falta sabiduría, te falta porte, te falta desarrollo corporal. Con tanta 'falta', lo único bueno de la adolescencia (como le digo siempre a mi hermano) es que se pasa.

Pero la palabra adolescencia deriva del significado latino del verbo adolescere "crecer."

No recuerdo haber tenido miedos en la adolescencia. Todo el mundo era posible. Con una amiga queríamos hacer EL cambio cultural: un ballet hablado y cantado. Musicales se llaman!! Pero no importaba decir estupideces, eras adolescente!! ¿En qué minuto me tomé en serio que había pasado a la edad "seria" de la vida?

Juan, me equivoqué. Lo bueno de la adolescencia no es que se pasa. Lo bueno de la adolescencia ES LA ADOLESCENCIA. No dejes de decir estupidéces, no dejes de dar vuelta los vasos por torpesa, no dejes de llorar sin saber por qué, no dejes de soñar con que las cosas pueden ser de otra manera, no dejes de pensar 'cuando sea grande', no dejes de admirar a la gente que te rodea, no dejes de querer aprender cosas nuevas, de equivocarte una y mil veces, no dejes de creer que lo peor que puede pasar es que las cosas no resulten y si eso ocurre, te cambias de camino y ya.

Aquí me quedo, y como dice esa vieja canción de protesta 'no nos moverán'. En el peor de los casos, si la cago me avisan.