Vivir con Pánico
El día de mi cumpleaños escuché por primera vez una voz que llamó mi atención. Ya escribí de esto en ese momento.
Pero a modo de recuerdo, seguí la pista de esa voz y llegué a un disco que escuché una y mil veces.
Escribí también una vez que, aunque no lo compartía (y sigo sin hacerlo), entendía por qué la música era censurada.
Hoy se cumple un año desde que ese disco empezó a recorrer la vida de muchos. Hoy, mientras escribo, lo sigo escuchando. Y lo escuché tanto que llegó a transformar mi vida. El pánico se apoderó de mí. Durante meses ha sido mi mejor compañero. Aprendí a conocerlo, a quererlo, mirándolo en silencio. Por primera vez lo dejé quedarse conmigo, sin huirle.
Y aprendí que el coraje no tiene que ver con espantarlo o arrancarle, sino con reconocerlo. Pánico no vino solo. Trajo a grandes amigos, de esos que saben que la huida no tiene sentido y que permanecen ahí, junto a ti, en los momentos más difíciles.
Dicen que en la debilidad se conoce la grandeza. Me atrevo a decir que en Pánico también. La grandeza de poder tomar la vida en tus manos, de aprender a querer cada una de tus más profundas debilidades, de seguir, de cambiar, del vértigo, de llorar, de reir, de vivir.
Por el Pánico de este año y por todos los pánicos que se vendrán, salud!
Pero a modo de recuerdo, seguí la pista de esa voz y llegué a un disco que escuché una y mil veces.
Escribí también una vez que, aunque no lo compartía (y sigo sin hacerlo), entendía por qué la música era censurada.
Hoy se cumple un año desde que ese disco empezó a recorrer la vida de muchos. Hoy, mientras escribo, lo sigo escuchando. Y lo escuché tanto que llegó a transformar mi vida. El pánico se apoderó de mí. Durante meses ha sido mi mejor compañero. Aprendí a conocerlo, a quererlo, mirándolo en silencio. Por primera vez lo dejé quedarse conmigo, sin huirle.
Y aprendí que el coraje no tiene que ver con espantarlo o arrancarle, sino con reconocerlo. Pánico no vino solo. Trajo a grandes amigos, de esos que saben que la huida no tiene sentido y que permanecen ahí, junto a ti, en los momentos más difíciles.
Dicen que en la debilidad se conoce la grandeza. Me atrevo a decir que en Pánico también. La grandeza de poder tomar la vida en tus manos, de aprender a querer cada una de tus más profundas debilidades, de seguir, de cambiar, del vértigo, de llorar, de reir, de vivir.
Por el Pánico de este año y por todos los pánicos que se vendrán, salud!
"No puedes ser sincero si no eres valiente
No puedes ser amoroso si no eres valiente
No puedes confiar si no eres valiente
No puedes investigar la realidad si no eres valiente
Por lo tanto, la valentía va primero y todo lo demás va después."
Osho